jueves, 24 de septiembre de 2009

Una dictadura es una dictadura: Juanes y Bose lloran por presión cubana



Las presiones de las que se quejaban respondían al cierre de "zonas preferenciales" de la plaza para los hijos de funcionarios y gente privilegiada, además de la fuerte presencia policiaca y el impedimento de acceso a las personas que no vestían de blanco.

El elenco de artistas que participaron en el concierto Paz sin Fronteras dudaron por instantes en continuar con su presentación debido a las presiones que enfrentaron por parte del régimen socialista de Cuba.
En un video difundido en el canal de YouTube de Cubanews, se observa la desesperación del colombiano quien junto con el español Miguel Bosé dudaron en seguir adelante con el recital prevista para el domingo pasado en La Habana.
"¿Por qué nos humillan así, porqué nos humillan? ¿Cómo pueden ejercer esta puta presión?", expresaba indignado Bosé, quien llegó hasta las lágrimas tras los gritos y manoteos provocados por el estrés del momento.
"No se hace el concierto, no se hace porqué no podemos más cumplir con todas las buenas voluntades", comentó enfático el interprete de Si tú no vuelves. Afirmó que para la organización del evento cumplieron con todas las exigencias del régimen castrista y remata "quien pueda que lo haga y ya".
Las presiones de las que se quejaban respondían al cierre de "zonas preferenciales" de la plaza para los hijos de funcionarios y gente privilegiada, además de la fuerte presencia policiaca y el impedimento de acceso a las personas que no vestían de blanco.
"Estamos muy molestos, muy molestos, eso no está bien porque no podemos permitir que la gente normal no pueda entrar a ver el show, que los que no trajeron una camisa blanca no puedan entrar", menciona Juanes.
Pero fue Olga Tañón y Yotuel Romero, miembro de Los Orishas, quienes convencieron a los principales organizadores para continuar con el evento no podemos comunicar de la misma manera" y "si paramos ahora habrán ganado ellos", fueron sus palabras de aliento.
Finalmente, los funcionarios cubanos cedieron en las peticiones de los cantantes que amenazaron con cancelar el evento y lograron pactar que el acceso fuera libre, sin embargo, según versiones de reporteros enviados, en las inmediaciones de los camerinos se observó gente de la élite de la isla.