EL NACIONAL
Victimario alega haber actuado por venganza
SANTIAGO. Un anciano de 85 años fue asesinado ayer a machetazos por un sobrino, en represalia porque hace 30 años supuestamente le provocó la muerte a su padre, al darle a tomar sustancias que, de acuerdo al victimario, terminaron con su vida.
Prudencio Celestino Jiménez fue herido mortalmente por José Antonio Jiménez Cepeda, de 31 años, mientras se encontraban en el patio de la vivienda de la víctima, ubicada en la carretera principal, kilómetro seis, del paraje San José, de Baitoa.
El médico legista certificó que Jiménez fue herido de varios machetazos por la espalda y que la muerte le fue provocada por una herida en el cuello.
La Policía dijo que hace 30 años se produjo la muerte del padre de Jiménez Cepeda, cuando el victimario apenas tenía un año de nacido.
Por eso creció convencido de que su progenitor falleció a causa de las tomas que le hizo consumir su hermano Prudencio, quien para entonces asegura poseer “poderes divinos” para sanar a la gente.
Al ser detenido horas después, Jiménez Cepeda admitió el hecho y dijo que había lanzado el machete a un solar baldío en los alrededores de la escena del crimen.
Además de relatar la forma como terminó con la existencia de su tío, el victimario relató a los investigadores que decidió atacarlo por la espalda “porque estaba convencido de que él tenía un resguardo que me impedía enfrentarlo de frente”.
La Policía dijo que investiga para determinar la veracida de los alegatos del homiciada. Mientras tanto, Jiménez Cepeda será sometido a la justicia.
Prudencio Celestino Jiménez fue herido mortalmente por José Antonio Jiménez Cepeda, de 31 años, mientras se encontraban en el patio de la vivienda de la víctima, ubicada en la carretera principal, kilómetro seis, del paraje San José, de Baitoa.
El médico legista certificó que Jiménez fue herido de varios machetazos por la espalda y que la muerte le fue provocada por una herida en el cuello.
La Policía dijo que hace 30 años se produjo la muerte del padre de Jiménez Cepeda, cuando el victimario apenas tenía un año de nacido.
Por eso creció convencido de que su progenitor falleció a causa de las tomas que le hizo consumir su hermano Prudencio, quien para entonces asegura poseer “poderes divinos” para sanar a la gente.
Al ser detenido horas después, Jiménez Cepeda admitió el hecho y dijo que había lanzado el machete a un solar baldío en los alrededores de la escena del crimen.
Además de relatar la forma como terminó con la existencia de su tío, el victimario relató a los investigadores que decidió atacarlo por la espalda “porque estaba convencido de que él tenía un resguardo que me impedía enfrentarlo de frente”.
La Policía dijo que investiga para determinar la veracida de los alegatos del homiciada. Mientras tanto, Jiménez Cepeda será sometido a la justicia.
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