martes, 8 de septiembre de 2009

El imponente río Hudson de NY cumple 400 años de haber sido descubierto

NUEVA YORK._ El imponente,

caudaloso y quieto río Hudson ha cumplido 400 años de haber sido transitado la primera vez  por el navegante Henry Hudson en cuyo honor el cauce lleva su nombre. El caudal, se extiende desde las espesas montañas Adirondacks, hasta los bordes del mar en Staten Island.
Fue visto por primera vez en 1524 por el conquistador europeo Giovanni Verrazano, al que como homenaje, se bautizó uno de los puentes más importantes de la metrópolis que une Nueva York con New Jersey y atraviesa a Staten Island sobre el mismo río.
Celebraciones por toda la ciudad están siendo preparadas como parte de los festejos de las cuatro centurias del río Hudson en el que también, se yergue majestuosa, la Estatua de la Libertad, una gigantesca efigie en color verde, donada por Francia a los neoyorquinos. El río, constituye uno de los emblemas más representativos de la ciudad y enlaza en sus riberas a docenas de poblados situados en la parte Norte montañosa (Upstate), cruzando también por la capital del estado, albano.
Hudson era un inglés que trabajaba para una empresa de navegación neerlandesa y en septiembre de 1609 llegó a lo que es hoy el puerto de Nueva York a bordo de un pequeño y estrecho barco llamado “Media Luna” (Half Moon), convirtiéndose en ser el primero en recorrer la longitud del río. El cauce también separa costas de New Jersey con Nueva York y sobre él, atraviesa el espectacular puente George Washington, el más importante cruce hacia estados del Noroeste desde las virginias y las carolinas, hasta Nueva Inglaterra.
En ese entonces, Nueva York era sólo Manhattan y fue después que los ingleses se apoderaron de la isla, hoy centro económico del mundo y a partir de 1674 le cambiaron el nombre que pusieron en honor al Conde York, tras haberla comprado a los indios por el equivalente a los que ahora serían unos $28 dólares. En el siguiente siglo, el río Hudson, comenzó a convertirse en una de las transitadas e importantes rutas marítimas del mundo y sus orillas, fueron escenarios de relevantes batallas en la Guerra Revolucionaria.
También sus aguas recibieron al primer barco de vapor del mundo capitaneado por Robert Fulton con el que se desplazó de la ciudad a Albany en 1807. Es, el Hudson además, la principal plataforma para rimbombantes celebraciones anuales como réplicas de las navegaciones de siglos pasados, día de los caídos, día de los veteranos, espectáculos de fuegos artificiales, grandes conciertos musicales y cuenta con el museo Intrepid sobre un porta aviones que se utilizó en la II Guerra Mundial.
Pero además de su historia, el río Hudson de Nueva York, ha servido para la gigantesca tarima de nuevos movimientos artísticos e inspirador para escritores, poetas y poetizas que frente a sus apacibles aguas, crearon nuevos géneros literarios. Uno de ellos, comenzó en el Siglo IXI y fue conocido por sus artistas como “la Escuela del Río Hudson”. La majestuosidad del río y sus inspiradores paisajes, fueron las musas principales.
El hallazgo en 1841 del cadáver de una muchacha asesinada flotando en sus aguas, dio origen a la era de las novelas policiales modernas de los Estados Unidos. Edgar Allan Poe, reconocido mundialmente como el genio creador del género, produjo una serie de ficciones tituladas “El misterio de Marie Roget” en relación al crimen en sus novelas.
Entre los más recientes hechos históricos sobre sus aguas, están la hazaña del nadador dominicano Marcos Díaz que logró cruzarlo de ida y vuelta en tiempo récord y el aterrizaje de un avión conducido por el piloto Chesley Sullenberger que salvó las vidas de 155 pasajeros. Y, finalmente, el choque hace unos días sobre sus aguas de un pequeño avión y un helicóptero en cuya colisión perecieron nueve turistas italianos.
Autor: Miguel Cruz Tejada
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