jueves, 3 de septiembre de 2009

Clima de odio latente contra los hispanos

"Yo odio a los mexicanos", dice el mensaje escrito en una de las calles de Long Island. La imagen fue difundida en el reporte del Southern Poverty Law Center. (FOTO: Southern Poverty Law Center Report)
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HAUPPAUGE, NUEVA YORK — Un nuevo informe describe el odio hacia inmigrantes hispanos que existe en el condado de Suffolk, Long Island, y Javier Monroy lo ha vivido en carne propia.
Un día en marzo del 2008, a las 6:30 de la mañana, el mexicano, de 56 años, fue atacado por dos hombres en Farmingville, mientras caminaba hacia el lugar donde trabajaba como jardinero. Los sujetos le pegaron más de 10 veces en la cabeza con una barra.
Monroy, quien recibió una sutura de nueve puntos y tiene una deuda de $30,000 por los cinco días que estuvo internado en el hospital, recordó el incidente ayer: “Me gritaron. Me dejaron botado sangrando en la calle”, aseguró.
Monroy no es la única víctima de un ataque en Suffolk. Según el informe del Southern Poverty Law Center, una organización con base en Alabama, los inmigrantes hispanos de Suffolk dicen que constantemente sufren discriminación, maltrato y ataques violentos.
La organización empezó a investigar la situación de los inmigrantes tras el ataque de Marcelo Lucero, un ecuatoriano que murió apuñalado en un ataque de odio el 8 de noviembre, 2008.
Mark Potok, un experto en derechos civiles, recopiló las aterrorizantes conclusiones del informe que editó bajo el titulo ‘Clima de Miedo: Inmigrantes Latinos en Suffolk County, N.Y’.
“Les tiran piedras y botellas, los golpean con bates de béisbol y les disparan con escopetas de balas de plástico. Les apuntan escopetas desde las ventanas de las casas. Hubo un caso en que un nazi persiguió un inmigrante con una sierra de cadena”, aseguró Potok.
El informe mantiene que los casos de intolerancia racial en Suffolk no son incidentes aislados sino parte de un patrón establecido durante los últimos diez años por grupos antiinmigrantes, políticos y la policía, que según el reporte han fallado en documentar estos delitos.
El informe acusa algunas autoridades con fomentar la discriminación que comenzó con grupos nativos, como el Sachem Quality of Life.
El informe nombra al ejecutivo del condado, Steve Levy, quien ha apoyado redadas a los hogares de inmigrantes y esfuerzos a sacar jornaleros del condado. “El mensaje de que esto está bien ha venido desde arriba”¸ sostuvo Potok, refiriéndose a los crímenes de odio.
Levy no respondió directamente al reporte, pero aseguró por medio de un informe que él denuncia “todo acto de odio y violencia contra cualquier persona”.
No hay estadísticas de cuantos crímenes de odio han ocurrido en Suffolk en los últimos años, pero una investigadora, Sarah Reynolds, precisó que habló con aproximadamente 100 personas, incluyendo organizadores comunitarios y dueños de negocios, que le contaron sobre los abusos. “Unos dicen que les han escupido en la calle, o mirado mal en los almacenes, otros fueron atropellados en sus bicicletas”, dijo.
Una monja, Margaret Smyth, dio un poderoso testigo sobre el caso de un joven hispano, “Wilmer”, quien perdió todos sus dientes tras ser atacado con un palo de béisbol. “Cuando me hablaba, hacía así”, dijo Smyth, cubriéndose la boca con la mano. “Las consecuencias de un crimen de odio son duraderas…”, sostuvo.
Anthony Miranda, presidente del National Latino Officers Association, subrayó la importancia de documentar crímenes de odio y enfatizó que la situación en Suffolk “no se trata de un problema de inmigración, sino de un problema criminal”.
Joselo Lucero, hermano de Marcelo, quien también asistió a la reunión, señaló: “Muchas de las personas en el informe no denunciaron. Uno se siente impotente. Pero llegó el momento de defenderse, de decir algo”.

visto en: remolacha.net