miércoles, 23 de septiembre de 2009

Amplían toque de queda y sacan a los zelayistas

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EL GOBIERNO DE BRASIL EXPRESÓ QUE CUALQUIER ATAQUE CONTRA LA SEDE SERÁ “INTOLERABLE”
Seguidores de Manuel Zelaya se enfrentan con la policía antimotines ayer, en las afueras de la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
Tegucigalpa.- El gobierno de facto de Honduras amplió hasta hoy miércoles a las 6 de la mañana el toque de queda en el país, después de desalojar con gases y garrotes a cientos de partidarios del presidente derrocado Manuel Zelaya quien permanece en la embajada de Brasil.
Un desafiante Zelaya expresó desde el recinto diplomático que para él el lema es “restitución o muerte, que es una frase alegórica que se usa desde la Revolución Francesa...estamos dispuestos a todo: al riesgo, al sacrificio”.
El gobierno brasileño expresó preocupación por el desalojo y afirmó que cualquier ataque a la sede diplomática será “intolerable”.
La cancillería brasileña informó el restablecimiento de agua potable y energía eléctrica en el edificio, tras una interrupción de varias horas.
Llegada sigilosa
Zelaya llegó con sigilo a la capital hondureña y desde ahí anunció el lunes la intención de dialogar con los golpistas instaurados en el poder.
El gobierno de facto dispersó el martes a los seguidores del líder derrocado y horas más tarde dispuso alargar el toque de queda vigente desde el lunes en la tarde hasta las 6 de la mañana del miércoles. La policía reportó choques aislados entre simpatizantes del presidente depuesto y uniformados, que no dejaron ni heridos ni más detenciones, en diferentes barrios de la capital hondureña.
El ministro de Información del gobierno de facto, René Zepeda, dijo que “la medida se adoptó por cuestiones de seguridad nacional”. El estado de sitio ha estado vigente por 38 horas consecutivas en Honduras.
El presidente de facto Roberto Micheletti dijo en rueda de prensa que respetará la sede brasileña “si Brasil nos entrega a Zelaya o se lo lleva a a esa nación sudamericana”.
No quiso contestar qué haría si no ocurre ninguno de los dos escenarios y se limitó a decir: “reflexionamos intensamente sobre el tema”.
Una nota impertinente
El canciller brasileño Celso Amorim dijo en Nueva York que el gobierno de Micheletti envió la víspera a la embajada brasileña una nota “impertinente e inadecuada” diciendo que cercará las instalaciones diplomáticas.
Amorim calificó de “inconveniente” el toque de queda y criticó, en una entrevista difundida por el portal de internet Terra, el cierre de aeropuertos. Se mostró confiado en que “no habrá un ataque a la embajada brasileña.
Eso sería una prueba de brutalidad... no habrá tolerancia para esta situación, queremos una solución pacífica”, señaló.
Policías y soldados encapuchados mantienen un anillo de seguridad en un perímetro de cinco kilómetros alrededor de la embajada brasileña.
El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva decidió pedir una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tratar la situación en Honduras, informó la agencia de noticias brasileña Estado.
La Cancillería no respondió de inmediato las llamadas en busca de una confirmación de ese reporte.
Un total de 140 adultos y 22 menores abandonaron el martes la embajada brasileña.
Autobuses y camionetas enviadas por la embajada de Estados Unidos y la fiscalía las recogieron frente a las instalaciones para trasladarlas a sus hogares.
El vocero de la Fiscalía Melvin Duarte dijo que “todos ellos decidieron irse de manera voluntaria de la embajada... y ya concluimos nuestro trabajo porque el reto, que ignoramos cuánta gente es, no desean irse”.
Más tarde añadió que todos los evacuados “están bien de salud”. Entre los que permanecían dentro está Rafael Sarmiento, un ingeniero agrónomo de 35 años que declaró estar “con Zelaya para llevarlo donde debe estar: en la presidencia”. Añadió que en la sede diplomática “no hay escasez de agua ni comida o electricidad”.
EL LLAMADO DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
La comunidad internacional llamó ayer martes al gobierno de facto de Honduras a negociar una solución en ese país centroamericano y pidió que se “garantice la seguridad” del derrocado mandatario Manuel Zelaya.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que se encuentra a la espera de garantías que le permitan mediar en Honduras un retorno a la democracia.
La presidencia sueca de la UE señaló que “luego del regreso del presidente Zelaya a Tegucigalpa, la presidencia de la Unión Europea subraya la importancia de una solución negociada de la actual crisis en Honduras”. El gobierno español hizo un “llamamiento a la calma y al mantenimiento del orden” y a que “que se respete la vida y la integridad física de Zelaya”, dijeron a la AFP fuentes de la cancillería española.
Las autoridades francesas también pidieron al gobierno de facto hondureño que “garantice la seguridad” de Zelaya.
 

 
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